Si instalamos primero Ubuntu 9.10 y después Windows 7, desaparece el grub (panel que sale cuando arrancamos el ordenador, y que permite escoger entre uno u otro sistema operativo). La reparación del grub es bastante complicada, por lo que resulta bastante más sencillo hacer primero la partición con el cd de ubuntu, luego instalar Windows 7 (que afortunadamente no me dio ningún problema) y finalmente instalar Ubuntu 9.10.
Por cierto: me gusta mucho el nuevo Ubuntu. Va muy fluido y por ahora no me ha dado ningún problema. Y el Firefox 3.5 por fin va bien...
Tweet |